¿INTOLERANCIA O ALERGIA ALIMENTARIA?

por Laborali

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Posteado el 13 de mayo, 2018

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Las alergias alimentarias y las intolerancias alimentarias pueden padecer síntomas similares, pero se tratan de dos situaciones que difieren considerablemente entre sí. Las intolerancias alimentarias, como por ejemplo la intolerancia a la lactosa, pueden hacer que una persona tenga malestar. Pero las alergias alimentarias afectan al sistema inmunitario que pueden ocasionar reacciones de riesgo fatal según el grado de alergia.

Por eso, es importante tener una formación completa y adaptada a cada situación. Es obligatorio informar al consumidor de los alérgenos de los productos alimentarios según la normativa, por lo tanto, el certificado de Alergias Alimentarias de Laborali le acreditará para estar capacitado y garantizar la seguridad alimentaria al consumidor.

Una intolerancia alimentaria es una reacción del sistema digestivo ante un alimento o sustancia que implica que el organismo de esa persona no pueda digerir correctamente determinado alimento. Entre los síntomas de la intolerancia alimentaria, se incluyen: náuseas, gases, retortijones abdominales, diarrea, irritabilidad, nerviosismo y/o dolor de cabeza.

Una intolerancia alimentaria es una reacción del sistema digestivo ante un alimento o sustancia que implica que el organismo de esa persona no pueda digerir correctamente determinado alimento.

Por el contrario, una alergia alimentaria ocurre cuando nuestro sistema inmunitario percibe que una sustancia, en principio inofensiva para nuestro organismo, es nociva, y en consecuencia, provoca una respuesta desproporcionada: la reacción alérgica, en la cual el organismo libera una serie de sustancias químicas, como la histamina. Esta reacción puede ocasionar síntomas como: problemas para respirar, opresión de garganta, tos, asma, ronquera, vómitos, dolor de estómago, urticaria, inflamación o disminución de la tensión arterial.

A pesar de que las reacciones alérgicas que ha presentado una persona en ocasiones anteriores hayan sido de carácter leve, siempre existe la posibilidad de que su próxima reacción alérgica sea de riesgo vital. El hecho de ingerir una cantidad mínima de determinado alimento, o el simple hecho de tocarlo, puede desencadenar reacciones alérgicas graves que requieran hospitalización urgente. Por este motivo, una persona afectada por una alergia alimentaria debe evitar por completo el alimento problemático y llevar siempre encima un inyectable de adrenalina (o epinefrina).

Por el contrario, muchas personas que padecen intolerancia alimentaria pueden ingerir cantidades reducidas de dichos alimentos sin problemas.

Otra de las diferencias entre ambas afecciones es el tiempo en que tardan en aparecer los síntomas. En el caso de las alergias alimentarias, se trata de una reacción definida e inmediata, y los síntomas suelen manifestarse a la media hora de haber ingerido el alimento. En las intolerancias alimentarias, los síntomas no son tan claros y pueden tardar hasta un día en aparecer.

Hay un cliente intolerante a un alimento, ¿qué debo hacer? En el caso de las intolerancias alimentarias, el cuerpo, de manera gradual, puede llegar a aceptar y tolerar pequeñas cantidades del alimento u sustancia, sin presentar síntomas o malestar generalizado. Pero de forma independiente, es recomendable no exponerse al riesgo y garantizar la seguridad alimentaria.

Hay un cliente alérgico a un alimento, ¿qué debo hacer? Las personas alérgicas deben eliminar por completo el alimento o sustancia causante de la alergia. Sin embargo, a menudo no solo se trata de no ingerir el alérgeno sino de no estar en contacto con éste. Por ello, debemos vigilar minuciosamente la composición y el contacto de todos los alimentos y productos que se van a consumir, para prevenir consecuencias graves.

Ahora puedes profundizar más sobre la seguridad alimentaria con nuestro curso de Alergias Alimentarias de Laborali y ofrecer un servicio adecuado a los consumidores.

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